UDC-COMUNICACIÓN
TAREA 02
¿AYUDAR O NO AYUDAR?, ¿HE AHÍ EL DILEMA?
Un punto fijo, no hay nada más halla ni alrededor, más que unas cuantas replicas de mi, unas mejoradas y aumentadas y otras, bueno creo que a unas les faltan todavía algo, cuatro paredes me rodean y más de un día de estancia. ¿Que infinidad de cosas podríamos pensar?, a mi vida la veo pasar cada segundo entre ojos ajenos y propios la misma historia repetida una y otra ves, y se ve atormentada por el pequeño espacio de luz que deja pasar la laminilla del techo, no, no es la luz, del cielo porque no creo estar muriendo o al menos no en este momento, que ironía, podría parecer, la escena del climax de la mejor película de drama, ficción o suspenso que nunca jamás termine de ver.
Todas estas cosas y algunas más son parte de un todo, lo que conforman una estancia no tanto confortable pero si “confiable” para los familiares, cuando van a internar a uno de sus seres querido, amigos, o incluso a si mismos. En los tan aclamados, aplaudidos, criticados, a incluso abucheados, “centros de rehabilitación”, lugares en donde su principal misión es hacer o mejor dicho tratar de ayudar a las personas con algún tipo de adicción (alcohol o drogas), y superarla.
Misas, reflexiones, terapias, y sobre todo, algo que uno podría considerar, hasta como absurdo; “abstinencia”, ¿uno podría dejar de comer?, ¿podrías dejar de respirar? Pues "yo pienso que NO",( bueno claro está si puedes pero hay un desfile de cosas y complicaciones que podrían suceder si haces algo así), ¿Cómo?, si son cosas que hacemos por instinto, estamos acostumbrados a hacer algunas de las ya antes mencionadas por que estamos acostumbrados a todos los días hacerlas, entonces no se, como puede caber en nuestro entendimiento que una persona “acostumbrada” a las drogas o alcohol se deslinde en “10 pasos ha seguir para ser feliz sin drogas y alcohol” en tan solo un año. Que claro está como bien decía mi madre “En el querer está el poder”.
Uno puede hacer, deshacer y voltear al mundo de cabeza pero si la persona a la que queremos ayudar no desea lo mismo entonces realmente no estamos haciendo nada y como se dice por ahí “nos estamos haciendo weyes”.
Todas estas cosas y algunas más son parte de un todo, lo que conforman una estancia no tanto confortable pero si “confiable” para los familiares, cuando van a internar a uno de sus seres querido, amigos, o incluso a si mismos. En los tan aclamados, aplaudidos, criticados, a incluso abucheados, “centros de rehabilitación”, lugares en donde su principal misión es hacer o mejor dicho tratar de ayudar a las personas con algún tipo de adicción (alcohol o drogas), y superarla.
Misas, reflexiones, terapias, y sobre todo, algo que uno podría considerar, hasta como absurdo; “abstinencia”, ¿uno podría dejar de comer?, ¿podrías dejar de respirar? Pues "yo pienso que NO",( bueno claro está si puedes pero hay un desfile de cosas y complicaciones que podrían suceder si haces algo así), ¿Cómo?, si son cosas que hacemos por instinto, estamos acostumbrados a hacer algunas de las ya antes mencionadas por que estamos acostumbrados a todos los días hacerlas, entonces no se, como puede caber en nuestro entendimiento que una persona “acostumbrada” a las drogas o alcohol se deslinde en “10 pasos ha seguir para ser feliz sin drogas y alcohol” en tan solo un año. Que claro está como bien decía mi madre “En el querer está el poder”.
Uno puede hacer, deshacer y voltear al mundo de cabeza pero si la persona a la que queremos ayudar no desea lo mismo entonces realmente no estamos haciendo nada y como se dice por ahí “nos estamos haciendo weyes”.
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