German Guerrero Rojo.
Comunicación - UDC.
Tarea 01
¿Donde quedo la imaginación?
Cuanto extraño mi niñez; etapa que siempre estará presente en mi vida, y precisamente eso es lo que me preocupa, y no lo digo por mi, ya que fue sana y excesivamente alucinante (He ahí otro punto de vital importancia), si no por muchos niños que actualmente están viviendo la infancia demasiado vacía y volátil.
Vacía en muchos aspectos que se traducen a unos cuantos “aparatitos”; juegos de video, Ipods, y hasta celulares. ¡Ocupan toda su atención! . Al ver a estos niños de la era “moderna”, hago un retroceso mental y recuerdo lo feliz que era yo sin tales tecnologías. Me pongo, entonces, a pensar ¿y la imaginación? ¿Dónde ha quedado?....
Aun recuerdo perfectamente los juegos, que mis primos y yo, solíamos disfrutar. Eran tan simples y divertidos que no teníamos que tomarnos las molestias de llorar toda una semana para conseguirlo; pues en efecto, eran gratis. No se vendían en ningún puesto de celulares, tiendas de videojuegos o cosas por el estilo.
Cabe mencionar, sin duda, que los videojuegos no faltaron en mi niñez, aunque eso pasaba solo a segundo plano (además que tenia la restricción de mis padres), puesto que solo significaba para mi un pequeño complemento de mis juegos. La cereza del pastel. El postre. Como lo quieran llamar. No era para mi, el platillo fuerte como sucede con los niños actuales.
A veces, echo de menos jugar a los piratas, a los bandidos, astronautas, etc. Eran tantas las historias que nos inventábamos, que no teníamos siquiera la menos intención de parar. Mi vida era en cierto modo como una película. Invente, reinvente. Idiana Jones, Star Wars…. fueron varias las fantasías y personajes en que me convertí. Cuanta imaginación eche a volar. A diferencia de las baterías de los ipods o video juegos, esta era inagotable.
Todo pues, esta al alcance de los chiquillos, en bandeja de plata ¡Que horror!, que alguien piense por ti y te de solo la parte más aburrida: manipular lo que ya esta hecho, (con la imaginación de otra persona).
Por otra parte, esta el detalle de que los aparatos de entretenimiento son tan pasajeros, como la infancia de los niños de hoy. Esperando siempre a que saquen el nuevo aparato de entretenimiento; ¡así viven!. Sin preocuparse siquiera en manipular algo que han ido rezagando en la mas recóndito de su mente. Que funciona sin baterías, no cuesta nada, además de no pasar de moda tan fácilmente: la imaginación.
Cuanto extraño mi niñez; etapa que siempre estará presente en mi vida, y precisamente eso es lo que me preocupa, y no lo digo por mi, ya que fue sana y excesivamente alucinante (He ahí otro punto de vital importancia), si no por muchos niños que actualmente están viviendo la infancia demasiado vacía y volátil.
Vacía en muchos aspectos que se traducen a unos cuantos “aparatitos”; juegos de video, Ipods, y hasta celulares. ¡Ocupan toda su atención! . Al ver a estos niños de la era “moderna”, hago un retroceso mental y recuerdo lo feliz que era yo sin tales tecnologías. Me pongo, entonces, a pensar ¿y la imaginación? ¿Dónde ha quedado?....
Aun recuerdo perfectamente los juegos, que mis primos y yo, solíamos disfrutar. Eran tan simples y divertidos que no teníamos que tomarnos las molestias de llorar toda una semana para conseguirlo; pues en efecto, eran gratis. No se vendían en ningún puesto de celulares, tiendas de videojuegos o cosas por el estilo.
Cabe mencionar, sin duda, que los videojuegos no faltaron en mi niñez, aunque eso pasaba solo a segundo plano (además que tenia la restricción de mis padres), puesto que solo significaba para mi un pequeño complemento de mis juegos. La cereza del pastel. El postre. Como lo quieran llamar. No era para mi, el platillo fuerte como sucede con los niños actuales.
A veces, echo de menos jugar a los piratas, a los bandidos, astronautas, etc. Eran tantas las historias que nos inventábamos, que no teníamos siquiera la menos intención de parar. Mi vida era en cierto modo como una película. Invente, reinvente. Idiana Jones, Star Wars…. fueron varias las fantasías y personajes en que me convertí. Cuanta imaginación eche a volar. A diferencia de las baterías de los ipods o video juegos, esta era inagotable.
Todo pues, esta al alcance de los chiquillos, en bandeja de plata ¡Que horror!, que alguien piense por ti y te de solo la parte más aburrida: manipular lo que ya esta hecho, (con la imaginación de otra persona).
Por otra parte, esta el detalle de que los aparatos de entretenimiento son tan pasajeros, como la infancia de los niños de hoy. Esperando siempre a que saquen el nuevo aparato de entretenimiento; ¡así viven!. Sin preocuparse siquiera en manipular algo que han ido rezagando en la mas recóndito de su mente. Que funciona sin baterías, no cuesta nada, además de no pasar de moda tan fácilmente: la imaginación.
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