miércoles, agosto 22, 2007

AYHR, TRABAJO FINAL

HERNÁNDEZ ROA ATHALÍA YANNIT
UDC-COMUNICACIÓN
TRABAJO FINAL



HISTORIAS PERDIDAS

Parecen como reliquias de una ciudad, que no habla con palabras, sino con rostros, con miradas que reflejan cansancio, hambre, dolor e incluso olvido. ¿De dónde vienen y a dónde van? Todos los días, rumbo hacia algún destino, tal vez por algunos desconocido.

Todos hemos transitado por el centro de la ciudad, pero a caso nos hemos detenido a pensar que hay de esos rostros grisáceos, que parecieran ser fantasmas, pasan desapercibidos son considerados por muchos como los desaparecidos, los marginados, personas que empiezan a tomar forma de estatuas, con sonrisas de concreto. Todo mundo los conoce, pero nadie sabe su nombre o procedencia, apodados mezquinamente por la sociedad, como vagabundos o homeless, pero que historias no contarán esos ojos, que ven diario a diario transformarse el lugar que algún día formó parte de su pasado y que cava su tumba en el presente.

¿Héroes, empresarios, mujeres de sociedad?, nunca lo sabremos, ahora solo queda lo que tal vez fue de ellos, lo que de reojo nos dejan ver: esa lenta agonía, ese pasar de los años que transcurren sin siquiera preguntar, esa silueta que pensamos si estará ahí para siempre.

“Historias perdidas, traspapeladas, olvidadas”. “Pienso”, ni siquiera recordadas por ellos mismo, tal vez el calor agobiante o será el inmenso frío, lo que les hizo perder la memoria, las ganas de vivir, la ilusión de sobresalir. Ahora, la única esperanza es de sobrevivir, buscando entre la basura, pedazos rotos de un pasado no solo personal, sino que incluye también a esta ciudad repleta de gente que ha llegado al espantoso extremo de vivir en la calle. Enfermo, tirado, humillado y maltratado. Y si ¿alguno de ellos muriera?, no pasaría nada, uno podría caminar de lado sin hacer caso, del suceso.

Leyendas, cuentos, cuántas cosas no podríamos escuchar de ellos, de esa personas que viven “al día”, que ven el ir y venir de tanta gente. No pensamos en darles dignidad, y ni que pensar de trabajo. No hablo de dinero, pero porque no darles algo que no cuesta, algo que mucha gente lo tiene, sin habérselo ganado, RESPETO.

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