Huérfano con padres
Pablo era mi mejor amigo cuando éramos niños, el tiempo paso, tengo 19 años, estudio la Universidad y creo que mi vida hasta hoy ha sido tranquila. Se preguntaran qué fue de él, en ocasiones ni yo lo se, no se en que momento nos volvimos dos extraños.
Ahora, mientras yo paso la mayor parte de mi tiempo en la escuela, con mis amigos o la familia, él está preso entre cuatro paredes, rehabilitándose de las drogas o en centros de readaptación social, ni siquiera terminó la secundaria, su vida es un desastre. ¿En qué parte del camino se perdió?, recuerdo que cuando jugábamos me decía que odiaba a sus padres, se sentía solo, nunca estaban con él. Como Pablo hay millones de jóvenes en el mundo.
El abandono no es solamente el que sufren los niños recién nacidos cuando sus padres los desamparan en las calles, el abandono infantil tiene otro matiz, más sutil, aquel que viven los niños en su propio hogar, lo podemos observar en desatención por parte de sus padres tanto en la alimentación como higiene personal, atención médica, desinterés en su educación, violencia intrafamiliar.
Con el tiempo éste descuido hacia los hijos puede tener graves consecuencias como es el caso de Pablo. Todos los seres humanos necesitamos amor, abrazos, ser escuchados. Cuando carecemos de esto hay mayor riesgo de caer en adicciones y problemas de integración social.
Existen los huérfanos con padres, y en muchas ocasiones son los que más sufren, al hijo hay que atenderlo, cuidarlo, sacrificarse por el, un padre que no esta dispuesto hacerlo no es un verdadero padre.
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