miércoles, agosto 08, 2007

TAREA 10ERNESTO ZAMORA

ERNESTO ZAMORA
UDC.COMUNICACION
2DA COLUMNA

ACCION Y REACCION

JOVENES Y LA TELEVIOSN QUE?


Es hora de hablar de juventud y de televisión aun que uno
mismo se sorprende, como estudiante del medio , al reflexionar sobre la
terrible presencia que este colectivo tiene en la mayoría de los programas
y, lo que es peor, sobre la negativa influencia que la televisión y sus
mensajes suelen ejercer en los jóvenes.
Observando la mayoría de los productos podemos decir que
la televisión, generalmente, considera a la juventud como una masa crítica y objeto de venta , a la que parece sólo tener en cuenta en su calidad de miembros de la
sociedad de consumo, como un inmenso target (meta a vencer)t al que poder dirigir anuncios y
mensajes que inciten a consumir los productos publicitados. Los
programas culturales, formativos o de entretenimiento de calidad brillan por su
ausencia y, en su lugar, proliferan formatos en los que el reality show,
se ha convertido en principal protagonista. Pero, ¿es la televisión tan demoníaca?,
¿es en sí misma responsable de sus contenidos?, ¿es un instrumento desculturizante,
La respuesta es obvia: en
absoluto.
Para entender por qué la televisión se ha convertido en ese inmenso cajón
de sastre en el que “todo vale, si es por la audiencia”, es imprescindible tener en
cuenta el contexto global en el que se desarrolla esta actividad. Sólo teniendo presente
dicho contexto, podremos entender por qué las que deberían ser las principales
funciones de la televisión, como medio de comunicación de masas por excelencia
- recordemos lo fuerte de la tv , informar, formar y entretener-, se han pervertido
en función de un único objetivo: la rentabilidad económica, la audiencia.

Los formatos televisivos se conciben en función de la audiencia a la que van
dirigidos, y sólo en función de la cuota de pantalla que consigan se mantienen en
la parrilla de la programación o son eliminados. Ya no es ningún secreto que las
cadenas persiguen, ante todo, la rentabilidad económica. Los programas sólo logran
mantenerse “vivos” si son capaces de captar audiencia, de captar publicidad, que
es de lo que de verdad se trata.
Lógicamente los pocos programas existentes dirigidos a los jóvenes se rigen
por esta misma dinámica, por lo que es de suponer que la formación de telespectadores
críticos y de una juventud culta y libre es lo que menos le conviene
a la televisión, si su objetivo final es convertirles en perfectos consumidores.

A pesar de que es uno de los medios mas importantes en el mundo y el campo de acción de los comunicólogos ago destacar un problema real y que no ha recibido prioridad por parte de nosotros . Problema que debemos afrontar para que en las nuevas generaciones resiban programaciones totalmente nuevas y que su contenido sea diferente.

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