jueves, mayo 24, 2007

Ejercicio 02, Guerrero

German Guerrero Rojo.
UDC - Comunicación.
Tarea o1.


TEXTO ORIGINAL.

Se decía que en el mercado de la ciudad de Chang An había un hombre que vendía ratones que sabían actuar. Así el hombre se ganaba la vida. El hombre siempre cargaba una bolsa a la espalda donde ocultaba a más de diez ratones pequeños. Cuando estaba en medio de la gente extraía una pequeña tabla de madera y se la fijaba detrás de los hombros, como si fuese una tarima. Después se ponía a tocar un tambor y canturreaba la melodía de alguna pieza teatral antigua. A los primeros redobles del tambor los ratones emergían de la bolsa, disfrazados con máscaras y vistiendo atuendos variados. Los ratones se le subían a la espalda y luego se instalaban en la tarima. Allí, afirmados en las patas traseras, daban una función teatral con la cual exteriorizaban emociones de dicha y aflicción, como si fueran actores humanos.

TEXTO CON INTERPOLACIONES.

Se decía que en el mercado de la ciudad de Chang An había un hombre que vendía ratones que sabían actuar. Los animalitos eran curiosos y de diversos colores. Así el hombre se ganaba la vida. Era muy dura y triste pues vivía en la calle y la venta de ratones era su alternativa de subsistencia. El hombre siempre cargaba una bolsa a la espalda donde ocultaba a más de diez ratones pequeños. Se sacudían en su interior y luchaban unos con otros por estar en una posición más cómoda. Cuando estaba en medio de la gente extraía una pequeña tabla de madera y se la fijaba detrás de los hombros, como si fuese una tarima. Así pues aparecía ante el público un pequeño y sencillo escenario. Después se ponía a tocar un tambor y canturreaba la melodía de alguna pieza teatral antigua. Los espectadores disfrutaban de la música que los hacía brincar de alegría. A los primeros redobles del tambor los ratones emergían de la bolsa, disfrazados con máscaras y vistiendo atuendos variados. La gente que pasaba por ahí se detenía un momento con cara de curiosidad ante tan peculiar actuación. Los ratones se le subían a la espalda y luego se instalaban en la tarima. Nadie nunca en su vida había visto algo parecido, casi mágico como aquellos ratones. Allí, afirmados en las patas traseras, daban una función teatral con la cual exteriorizaban emociones de dicha y aflicción, como si fueran actores humanos.

TEXTO 3.

Los animalitos eran curiosos y de diversos colores. Era muy dura y triste pues vivía en la calle y la venta de ratones era su alternativa de subsistencia. Se sacudían en su interior y luchaban unos con otros por estar en una posición más cómoda. Así pues aparecía ante el público un pequeño y sencillo escenario. Los espectadores disfrutaban de la música que los hacía brincar de alegría. La gente que pasaba por ahí se detenía un momento con cara de curiosidad ante tan peculiar actuación. Nadie nunca en su vida había visto algo parecido, casi mágico como aquellos ratones.

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