viernes, julio 06, 2007

German Guerrero, Tarea 06

German Guerrero
udc- comunicación
Tarea 06


Crónica sobre las campañas electorales.

Definitivamente los políticos no tienen madre. Nunca me ha gustado la política, pues aun recuerdo cuando mi madre y la vecina de enfrente se peleaban por que ambas tenían como favorito a diferentes candidatos. Y todo por culpa de los políticos.

Hace aproximadamente tres semanas, un tío que trabaja como abogado, me invito a una pequeña fiesta, donde estaría presente Fausto Gallardo, candidato como diputado al distrito 10. Al principio no quería ir, pero después de tanto insistirme, termino por convencerme, y no por el hecho de que me gusten esos eventos, si no que no quería escuchar sus reproches todo el día.

No fui el único que lo acompaño, pues también iba con nosotros un primo; el fue quien nos llevo, por cierto. Y así empezó mi aventura en aquella campana política. Entre casas elegantes y de dos plantas, encontramos un pequeño parque, donde se llevo a cabo el dichoso evento. Desde el momento que nos bajamos del carro ya se percibía a metros el olor de la taquisa, que atraía sin lugar a dudas a la plebe.

Nunca había visto tan feliz a un político, de hecho pensé que los políticos jamás sonreían, a menos que los asciendan de puesto o les aumenten el sueldo, cosas para la que inexplicablemente tienen mucha suerte. Mientras yo platicaba con mi primo se acerco Fausto Gallardo, saludándonos como si fuéramos amigos del alma, con una sonrisa que incluso me llego a parecer mecánica.

Mientras observaba todo mi entorno, percibía el olor de la barbacoa, el sonido de la banda de rock, (contratada por Gallardo) que tocaba música de los 80s, y veía a la gente andar de un lado para otro, me pregunte ¿por qué no habrá campanas políticas todo el ano?. En las campanas políticas los candidatos si se encargan de alimentar al pueblo, aunque sea con una mísera taquisa, y cuando llegan al puesto, simplemente desaparecen.

En las campanas políticas todo es felicidad, música, alegría, bandas de rock, gente sonriendo (aunque sea hipócritamente), pero no llegue un candidato a la presidencia, gobernatura, etc.. se sueltan las manifestaciones, mentadas de madre, y hasta los asesinatos. No hay como la tranquilidad y eso solo se puede percibir en una pequeña fiesta a lo que los políticos llaman: mi campana política.

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