REPORTAJE NARCOCORRIDO JAIME GArCIA

EL SONIDO DE MIS PISTOLAS

El fenómeno del narcocorrido
En los últimos años un nuevo genero musical se convertido en la moda muchos a gustado y a otros no tanto y otros le han sacado pólvora y provecho a este negocio que les a funcionado de maravilla ya que se vendido como un producto de canasta básica, que podemos escuchar en radio la expansión y difusión de las canciones mas sonados y populares en radio. Así que el narcocorrido se a convertido en la música controversial del momento, por el manejo de la lirica del contenido de sus letras, que tanto auge tiene y se canta “la puritita verdad de los hechos reales de los jefes de jefes del pueblo”.
¿Pero que es un narcocorrido? El narcocorrido es un subgénero que pertenece a la música norteña, ya sea en estados del norte y sur de México o por músicos hispanos provenientes de las comunidades latinoamericanas en Estados Unidos, todo va relacionado entorno a la palabra "narcotraficante”, que este tiene un surgimiento de neologismo y raíces etimológicas asociadas con el tráfico y contrabando ilícito de drogas narcóticos y con el objetivo de idolatrar “las aventuras y hazañas” del narcotraficante.


Las raíces del narcocorrido
Historiadores e enciclopedias y el libro de El narcocorrido y sus claves de Don Avelio Gonzales nos afirman el surgimiento y la historia de estas letras musicales tan controversiales, que se dicen que fueron adoptadas y transformadas por la cultura la mexicana, y que se dio desde la conquista de México tras a llegada de los españoles y exportado por ellos mismos en el siglo XVll, pero su contenido era distinto a lo que conocemos hoy del narcocorrido era un romance español que tenían un carácter irónico que a través del tiempo se fue modificando, a partir de los años (1810-1821) se utilizo como un arma de protesta en un tono sarcástico que hacia critica a personajes públicos que estaban en el poder y hechos chuscos de la sociedad formo también en la época de la Revolución mexicana (1920- 1921), donde el genero prospero a un mas y adquirió los conocimientos y tonos mas heroicos donde se mencionaban personajes importantes como los lideres revolucionarios, religiosos y populares así como sus hechos y hazañas que ahora son importantes y que son plasmados en los libros de la historia de México.
Nacen los corridos contemporáneos así como Contrabando y Traición, La banda del carro rojo y La camioneta gris. Sus personajes, siempre mexicanos o chicanos que se mantenían al margen de la ley, desplazaron aquellos que en otras etapas del corrido, representaban ideales revolucionarios o que eran los "bandidos buenos" que merecían la admiración. "Emilio Varela", "Camelia La Texana" o "Lino Quintana" son nombres de "contrabandistas" popularizados y mitificados en esta nueva etapa del corrido. Gran parte de los corridos que se han compuesto en estas dos últimas décadas cuentan, en su gran mayoría, historias sobre el contrabando ilícito de sustancias.

El impacto social
Vemos entonces que la ilegalidad moderna representada en este caso por el narcotráfico, gestó su propia manifestación musical, los narcocorridos ya se comercializan y se cantan en por lo menos tres cuartas partes de los estados del territorio nacional como: Sinaloa, Nayarit, Baja California, Sonora, (hay estados del sur como Yucatán y Quintara Roo donde no se observa tanto este fenómeno musical), ¡Ni modo pues los sureños no están a la moda!. Pero ¿por qué esa aceptación de los narcocorridos por parte de las multitudes? ¿Por qué hacer del narco una figura admirada y respetada por su valentía? ¿Qué mueve a la gente a escuchar los narcocorridos? ¿Y cual es el mayor problema que representa a la sociedad?
Aprobación, historias de individuos que son prototipos de la violencia armada? ¿Cómo explicar que los narcocorridos, pese a su discurso del delito, se canten y bailen en las festividades sociales?
También en la Unión Americana, entre la comunidad chicana, los narcocorridos le han ganado terreno a géneros como la "música grupera" y la "Tex-mex"; recordemos tan sólo que allá fue el primer sitio donde se dieron a conocer, por el grupo de música norteña "Los Tigres del Norte", los primeros corridos de traficantes: Contrabando y Traición y La banda del carro rojo.
Y es que hasta poco antes de que "Los Tigres del Norte" retomaran el corrido para cantar historias de la realidad que estaban viviendo los mexico-americanos en aquel país, el género se encontraba en un estancamiento. Casi nadie, a excepción de los cantantes de música folclórica, grababa y comercializaba nuevas composiciones de corridos.
Incluso, ellos han declarado que "en los años setenta nadie practicaba la tradición del corrido en México. Entonces llegamos nosotros con temas como Contrabando y Traición y empezamos a establecer de nueva cuenta el gusto por el corrido. Tanto fue el caso que muchos de nuestros temas fueron utilizados como guiones cinematográficos".
Otro caso digno de resaltar es el del narcocorridista Chalino Sánchez, quien vivió y murió como los personajes de sus composiciones. Chalino fue el narcocorridista por antonomasia y, curiosamente, saltó a la fama después de haber sido asesinado. Sus discos y casettes se vendían, en volumen, 20 veces más que cuando todavía estaba vivo.
Con la presencia del yo-traficante en las letras, quienes los cantan y escuchan, convierten la narración en experiencia propia, asumida en el momento de repetir oralmente la historia. El receptor de esta música no permanece ajeno a los hechos que les suceden a los narcos, por el contrario, se identifica con ellos.
Así, los narcocorridos cumplen, indirectamente, la función de hacer de esta actividad un anhelo, de presentarla como una alternativa viable para sobresalir en la vida, ya sea en lo económico, en la valentía o en la invulnerabilidad ante la ley.
El YO del traficante ejerce fascinación; se presenta pues, como un modelo en el que cualquiera puede convertirse.

Soy el Jefe de Jefes señores,
me respetan a todo nivel,
mi nombre y mi fotografía,
nunca van a mirar en papeles,
porque a mí el periodista me quiere
y si no mi amistad se la pierden.
(El Jefe de Jefes)
Ya mucho tiempo fui pobre,
mucha gente me humillaba,
empecé a ganar dinero,
las cosas están volteadas.
Ahora me llaman patrón,
tengo mi clave privada.
(Clave privada)


En cuanto a las expresiones utilizadas en los narcocorridos, podemos encontrar una infinidad de frases denominadas "claves", o mensajes de poco sentido para la mayoría de las personas: ...esto lo digo con clave/ muchos pueden entenderlo/ y aquellos que no lo entiendan/ echen a andar el cerebro. (Las novias del traficante)
Y es que hay narcocorridos que parecen funcionar como medio de reconocimiento de la identidad de traficantes, capo o cárteles. Alguno de ellos, aunque negado por sus compositores, son cantados para resaltar la personalidad y los logros de tal o cual traficante. Otro tanto hacen metáforas y las metonimias, creadas para designar actividades, cosas o lugares. Insinuaciones apenas de lo que realmente es y está en el "negocio".

Los medios de comunicación como influyen
La popularización de el corrido es un negocio por donde lo quiéranos la persuasión es una nueva etapa, donde lo que importa es la comercialización tan grande con que ahora cuenta esta música. Las casas disqueras promueven, tanto en radio como en televisión, a los compositores y grupos musicales que interpretan el género. Los narcocorridos no buscan, generalmente, moralizar el tema del narcotráfico, sino más bien detallar las vivencias típicas en las que se hallan envueltos sus personajes. Al igual, existen narcocorridos que agregan al narcotraficante virtudes esenciales para el desempeño de sus actividades ilícitas, proyectándolos como hombres de poder, valientes, justos, astutos, temerarios y resueltos.
Los estados mexicanos donde existe y se escucha esta clase de corridos son, principalmente: Sinaloa, Sonora, Nayarit, Michoacán y Baja California. Actualmente es uno de los géneros mas escuchados en México y parte de los Estados Unidos de América.
Entre los principales exponentes de dicho género musical se encuentran Los tucanes de Tijuana Los tigres del norte, Explosión norteña, Los razos, Los huracanes del Norte, Raza Obrera, Los Originales de San Juan, Exterminador, Explosión Norte, etc.
La influencia negativa que ejerce el narcotráfico en la adolescencia a través de los narcocorridos, los cuales se han prohibido a través del Artículo 63 de la Ley Federal de Radio y Televisión, pero muchas radiofusoras y televisoras los siguen difundiendo.
Representantes de distintos partidos políticos en varias partes del país y de las Cámaras de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), principalmente aunque no exclusivamente en estados norteños, propusieron en años recientes medidas encaminadas a la prohibición de la difusión de los corridos que narran historias relacionadas con el tráfico de sustancias ilícitas. El respeto a algunas leyes vigentes y la protección ética a niños y jóvenes denotan los argumentos defendidos. En ciertos estados, los gobiernos y las cámaras locales de radio y televisión establecen acuerdos para impedir la difusión de esa producción musical que consideran negativo para la educación de la niñez. Han llevado su propuesta a la Cámara de Senadores y han solicitado la intervención de la Secretaría de Gobernación para darle fuerza de mandato federal a la misma. Un ejemplo reciente es la censura a la difusión de "Crónica de un cambio", de Paulino Vargas, interpretada por Los Tigres del Norte (Fernández, 2002).
Los primeros intentos por censurar la difusión de los corridos de traficantes se dieron en el estado de Sinaloa en 1987, durante el gobierno de Francisco Labastida Ochoa. Fue una petición del gobernador a los concesionarios de la radio y televisión locales y a la prensa escrita. Las leyes del mercado se impusieron a la propuesta de control moral. Años después, la producción de plantas ilícitas, el tráfico de drogas, el consumo de las mismas, el número de traficantes y la violencia asociada al negocio se han incrementado a escala mundial en proporción directa a las medidas represivas aplicadas para tratar de reducir el fenómeno, incluso allí donde no existen canciones sobre traficantes.
¿Puede un género musical ser considerado tan peligroso como para prohibir su difusión en radio? “Sí”, responderían las autoridades en algunas partes de México, que obligaron a estaciones de radio a tomar medidas para erradicar la cultura de los “narcocorridos”.