“Un Día en la UDC”

Farouk A. Assad León
Taller de Redacción 2
3er Cuatrimestre
L.C.C.


Crónica: “Un Día en la UDC”

Al llegar a la escuela siempre es una lucha mental, el insoportable viaje hacia ella es debido al abrumador tráfico que ya existe en Tijuana, cientos de conductores estupefactos y desesperados por alcanzar su destino final con sus “rápidos y mugrosos” (los conductores que más me encabronan son algunas mujeres con carros grandes que no sabe manejar y se tornan agresivas endilgándote que tú tienes la culpa o provocaste un percance automovilístico).
En fin, dónde me había quedado, ouh yeah “ai rremember nau”. Al estacionar mi carro (si es que hay estacionamiento detrás del hotel Río Tijuana), me apresuro en llegar.
Siempre en la primera hora llego tarde, ya sea unos 10-15 min., saludo al salón y generalmente son unos cuantos quienes me miran y me regresan el saludo. Es curioso que ya Vere no me saluda tan efusivamente como lo hacia antes (será por que deje de tocar la puerta antes de entrar?), me agradaba escuchar su saludo. Mi mesabanco se ubica en la primera fila hasta el fondo en el último mesabanco al entrar al salón.
Me dirijo hacia el mesabanco para sentarme, mencionando “con permiso” al pasar en la trinchera de condiscípulos en camino a mi lugar. Me siento y organizo todas mis cosas, y empezar a esperar a que hable el profesor. Estar en la UDC es algo aburrido, no hay mucha acción, de vez en cuando hay accidentes automovilísticos afuera de la escuela, el ocasional “chit-chat” con mis compañeros. Me quedo a veces leyendo libros o sino para caminar y darle una distracción, me salgo y me quedo en la banqueta frente a la escuela ya sea solo o platico de video juegos o el ocasional anime talk.
Para las 12:00pm ya estoy desesperado, me quiero ir a dormirme en mi carro, ya que TELVISTA es una bitch. A la 1:00pm siento que tengo otra batalla mental, en prepararme en atender los clientes ineptos de Versión.
En fin ese es un día en el UDC.