VENDAROSA

VENDAROSA
Carmen Alicia


La necesidad sobre ruedas

A poco no da flojera tener que levantarse del sillón para cambiarle a la tele seguro alguna vez has dicho “no tengo ganas de caminar, mejor ve tú” , pero que tal si vas a una fiesta: ¿eres de los que bailan el pie debajo de la mesa o de los que corren a la pista ? y dime si no es bonito salir a caminar a la playa.
Te das cuenta de que para ser posible lo que acabo de mencionar es necesario que cuentes con la fortuna de estar completo y de que tus piernas funcionen perfectamente, ¡Qué suertudo eres!, alégrate porque para algunos ese es un lujo, ahora, quiero hacerte una pregunta: Si mañana tuvieras la necesidad de moverte con la ayuda de una silla de ruedas ¿Lo podrías hacer? Por desgracia en la ciudad parece no preocuparle a la gente las personas con necesidades especiales, les prestan tan poca atención.
Contéstate: ¿Cuándo has visto que alguien en silla de ruedas haga la parada a un transporte público y lo aborde? Si tu respuesta fue si , ¡me alegro!, lamentablemente yo no he tenido el gusto. En la ciudad no todas las instalaciones cuentan con rampas o espacios especiales para ellos y en ocasiones estas son de lo más incómodas, como es el caso del cine en donde algunas salas, no todas, cuentan con un espacio para ellos en donde por más de una hora tienen que estar con la cabeza hacia atrás porque ese espacio está a 4 metros de la enorme pantalla, ¿tú aguantarías ese tiempo con esa postura?, yo no.
El CECUT es otro triste ejemplo, su sala de lectura carece injustamente de rampas cuando cualquiera debería de tener acceso a ella, situación que limita a algunos que ninguna culpa tienen, así podría seguir y mencionar escuelas, restaurantes y demás.
Cabe mencionar que el que se trasladen en silla de ruedas no significa que no puedan valerse por sí mismos, son tan autosuficientes como los demás.
Me despido pidiendo se pongan en los zapatos de los demás, o bien, no hagas a otros lo que no te gustaría que te hagan a ti, y para la próxima que se presente la ocasión ayúdalos si a ellos no les incomoda y, finalmente, una sugerencia: respeten sus espacios.