German Guerrero Rojo.
UDC – Comunicación
Tarea 04.
De la comunicación interpersonal al individualismo.
A propósito de la comunicación, últimamente hé notado una creciente disminución en esta. Con el paso de las últimas décadas, las telecomunicaciones avanzan y el concepto de comunicación, tal y como lo conocíamos, llega a deslavarse. A tal grado, que ignoramos el común denominador que esta implica; la comunicación interpersonal. Sin reparar, además, del uso indiscriminado que le damos a la tecnología.
Comunicación interpersonal, es aquella en la que podemos hacer frente a situaciones con nuestros semejantes, hablando cara a cara. Para algo se invento el lenguaje; para entendernos y saber manejar problemas que a todos nos conciernen, no para emitirlos a través de un celular o teléfono. Destaco que mi visión no es tecnofobica, simplemente que nos escondemos tras la tecnología, evitando a toda costa la experiencia de hacer frente a nuestros receptores.
Sin llegar a parecer conservador o estar criado a la antigüita, quiero dejar en claro, la molestia de que una persona que esta por un lado tuyo, te ignore al estar hablando por un celular. Desde mi punto de vista, los móviles se inventaron para emergencias o cuestiones importantes. En cambio, su uso actual llega a implicar horas pegado a nuestros oídos, sin jactarnos del que esta a lado, o del dinero gastado y sin tomar en cuenta la comunicación en vivo.
No quiero echarle la culpa a las telecomunicaciones de todos los males de la comunicación de nuestro tiempo. Somos nosotros, quienes no sabemos moderar el uso de las tecnologías respecto a la comunicación, al atribuirle todo el peso verdadero que debe tener. Reflexionemos esta cuestión y empleemos otras formas para atrevernos a hablarles a las demás personas.
Dejemos pues, esa actitud individualista, y reconectémonos con la vida real, la que se vive de este lado del móvil o teléfono. Reforcemos la comunicación interpersonal, y sobre todo, no perdamos nunca la confianza en decir lo que sentimos o pensemos a nuestros semejantes. No temamos a las reacciones externas. Al fin y al cabo la comunicación las implica.
A propósito de la comunicación, últimamente hé notado una creciente disminución en esta. Con el paso de las últimas décadas, las telecomunicaciones avanzan y el concepto de comunicación, tal y como lo conocíamos, llega a deslavarse. A tal grado, que ignoramos el común denominador que esta implica; la comunicación interpersonal. Sin reparar, además, del uso indiscriminado que le damos a la tecnología.
Comunicación interpersonal, es aquella en la que podemos hacer frente a situaciones con nuestros semejantes, hablando cara a cara. Para algo se invento el lenguaje; para entendernos y saber manejar problemas que a todos nos conciernen, no para emitirlos a través de un celular o teléfono. Destaco que mi visión no es tecnofobica, simplemente que nos escondemos tras la tecnología, evitando a toda costa la experiencia de hacer frente a nuestros receptores.
Sin llegar a parecer conservador o estar criado a la antigüita, quiero dejar en claro, la molestia de que una persona que esta por un lado tuyo, te ignore al estar hablando por un celular. Desde mi punto de vista, los móviles se inventaron para emergencias o cuestiones importantes. En cambio, su uso actual llega a implicar horas pegado a nuestros oídos, sin jactarnos del que esta a lado, o del dinero gastado y sin tomar en cuenta la comunicación en vivo.
No quiero echarle la culpa a las telecomunicaciones de todos los males de la comunicación de nuestro tiempo. Somos nosotros, quienes no sabemos moderar el uso de las tecnologías respecto a la comunicación, al atribuirle todo el peso verdadero que debe tener. Reflexionemos esta cuestión y empleemos otras formas para atrevernos a hablarles a las demás personas.
Dejemos pues, esa actitud individualista, y reconectémonos con la vida real, la que se vive de este lado del móvil o teléfono. Reforcemos la comunicación interpersonal, y sobre todo, no perdamos nunca la confianza en decir lo que sentimos o pensemos a nuestros semejantes. No temamos a las reacciones externas. Al fin y al cabo la comunicación las implica.
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