martes, agosto 22, 2006

Arim Serrano

Arriba el cinturón de castidad. A la hoguera todos los condones y pastillas anticonceptivas.

Aún me acuerdo de los años de primaria cuando platicaba con mis amigos acerca de las niñas y de las películas pornográficas que tomábamos del cajón escondido en el buró de papá, y digo niñas que nos imaginábamos porque estuve en una primaria marista con puros hombres durante 6 años. Solíamos estar todos enamorados de la psicóloga y de la hija de la secretaria del director. En la escuela, no recibimos educación sexual más allá de respetar lo que está dentro de nuestro calzoncito. Mientras entre nosotros nos pasábamos tips de masturbación como el aceite de bebito y el paso de la muerte. Todo esto, en 5º de primaria, como simple exploración y experimentación.

No fue el mismo caso, con una amiga que estando del lado contrario, en una escuela católica de puras mujeres y sin educación sexual, nadie le dijo que el mayordomo de su casa abusaba de ella, creyendo que solo jugaban. O de otra conocida quien jugaba con su entrenador a las escondidas para luego ser aprehendidos en un juego erótico. La niña sabía que hacía algo malo, por eso se escondía, pero no entendía la gravedad del asunto en el que un hombre de más de 40 la tocaba siendo ella de 12. y así hay miles de casos en nuestro México, que pudieran ser evitados con una simple clase de educación sexual en la que enseñaran a todos los niños y niñas porque sienten deseos y que pudieran hacer para calmar su apetito más que sexual, de explorar.

La S.E.P. tomó las riendas y consultó con expertos en la materia para la elaboración de un texto gratuito que te hablara de la masturbación, relaciones extramaritales, anticonceptivos, etc. Antes de conocer el libro, me enteré de que ya estaba vetado, sin haber siquiera llegado a Tijuana.

El pretexto, fue por los valores, que no se toma en cuenta el matrimonio y la abstinencia, que promocionan la promiscuidad y el pecado. En conclusión, los niños de primero de primaria no están preparados psicológicamente aún para recibir esta información. Que se esperen un año. Así convirtieron a este en el libro prohibido que debiera ser enviado a la hoguera.

Pero esos temas yo si los vi precisamente en la clase de valores mas no en la de Biología, que es la materia a la que pertenece este libro. Esos temas me los mencionan en misa, sin embargo la tele con sus reality shows y la presión social te invitan a ser una persona sexualmente activa y promiscua.

Por eso me pregunto, si vetan ese libro, entonces ¿porqué no vetar el alto contenido sexual de la televisión? ¿Y el lenguaje promiscuo? Yo concluyo que los intereses económicos y políticos han perdido los escrúpulos negándoles a los estudiantes la información que necesitan para sobrevivir sexualmente en un mundo controlado por los medios masivos de comunicación. Solo por demostrar que como partido derechista, con la moral bien en alto quieren imponer un cinturón de castidad a cada niña mientras queman los condones y pastillas anticonceptivas y aplicar siempre la ley de Herodes… porque en la política te chingas, o te jodes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los niños sienten deseo sexual desde muy temprana edad solo que con el tiempo algunos olvidamos lo que sentíamos a los 3 o 4 años. Es perfectamente normal. Luego a los 9,10 u 11 años este deseo regresa y se acrecenta en la adolescencia. Biológicamente, la adolescencia es la etapa mas apropiada para tener relaciones sexuales, especialmente para la mujer que tiene una vida sexual mas corta que la del hombre. Recordemos que se dice que María tenía 14 años cuando dentro de su vientre concibió a Jesús. José dicen tenía unos 36. Existe una gran desinformación respecto al sexo y su moral. Recordemos que el sexo es necesario para poder procrear, de lo contrario nuestra especie se extinguirá. Leamos un poco y no le hagamos caso a los medios de comunicación que nos confunden y tratan de imponernos una moral anticristiana y antinatural al infantilizar a los adolescentes y demonizar sus relaciones sexuales, violando sus derechos básicos como seres humanos e hijos de Dios.