martes, agosto 01, 2006

LA RULETA

LA VIDA EN TIJUANA
POR GABRIELA GONZALEZ RUIZ
LAVIDA EN TIJUANA


6:00a.m salgo de casa rumbo ala parada del autobús (o calafia como se le llama en esta ciudad), estando en la parada, me doy cuenta que desde temprano las personas salen de sus casas ya sea al trabajo, a la escuela, u otras actividades que tengan que realizar, todos muy apurados para llegar, contando ya no minutos sino segundo tras segundo que pasa. Tengo 1hora y 15 minutos para llegar a la escuela.

6:45a.m. por fin en el centro de la ciudad, aunque atravesarla para tomar los taxis sea como una carrera en donde hay obstáculos a vencer, tendré que atravesarla, la gente pasa a tu lado casi corriendo y empujándote, pero yo aun tengo 1 hora para llegar ala escuela así que no me preocupo y sigo mi camino tranquilamente.

7:00a.m. en este momento me dirijo a tomar el taxi, algunas personas a mí alrededor se adelantan para subir primero al taxi es algo que pasa seguido por que a muchos se les hace tarde para llegar a sus actividades.

7:20a.m. llegue a la escuela, cuento aun con 40 minutos antes de iniciar las clases, así que 30 minutos estaré en las computadoras y 10 minutos esperaré al profesor en el salón con mis amigos.

7:50a.m. estando en el salón el tiempo se pasa de volada y esos 10 minutos parecieran 10 segundos.

8:00a.m. empiezan las clases cada una con 50 minutos de duración y 10 minutos de receso son un total de 5 clases por día, las clases terminan ala 1:00p.m., por lo que tengo 1 hora para llegar al trabajo.

1:45p.m. estoy en el trabajo 15 minutos antes de entrar, por lo que me siento y espero junto con mis compañeros de trabajo a que sean las 2:00p.m. para entrar a laborar, aunque estando en línea (así se le denomina al estar ya laborando), el recibir llamada tras llamada sin parar, te llega a estresar y lo único que espero son los 20 minutos de receso para relajarme.

4:56p.m. empieza el maratón de comida pues tengo solamente 20 minutos para comer.

5:16p.m. termino el descanso y regreso a trabajar, recibiendo nuevamente una llamada tras otra y esperando a que sean las 8:00p.m., ya que es cuando termina el horario de trabajo y eso indica que es hora de regresar a casa, al llegar a casa el reloj marca las 9:35p.m., por lo que lo único que quiero es dormir para despertar temprano al día siguiente y seguir con el itinerario de siempre.

Día a día se vive contra reloj en esta ciudad, es algo inevitable, pues es una ciudad en donde se va avanzando por segundo.











































No hay comentarios.: