Cuando López obrador empezó su campaña, a muchos de sus seguidores les prometió: el cielo, el mar, la luna y las estrellas, a cambio de un voto. Miles de personas fueron a las urnas y le dieron su voto, a quien ellos llamaron su Mesías, creyendo que seria la medicina que haria que todos los dolores de México desaparecieran, causadas por el gobierno de mas de 70 años de un dictator PRI-ista que dreno a nuestro país y exploto a la gente para beneficio personal.
Ahora, López Obrador es visto por mucha gente como un niño caprichoso de 4 años, enojado porque no ha obtenido lo que quería. Sus berrinches , acusaciones, y chantajes de cerrar El Paseo de la Reforma por mas de 30 días, ha causando perdidas económicas por miles de pesos inclisuve a aquellas pesonas que dieron su voto para este candidato a la presidencia. Ceermos que ha dejado un muy mal sabor de boca luego de estas pasadas elecciones. Y ha dejado a mucha gente pensando si realmente habría valido la pena darle su voto a este candidato de doble cara.
Sus plantones no han llamado mucho la atención de los tribunales del TRIFE, que siguen trabajando para aclarecer todas las impugnaciones que la Coalición por el Bien de Todos ha levantado en las elecciones, pero si ha dado muchos dolores de cabeza a los ciudadanos de la ciudad de México y de otras identidades donde este fenómeno se sigue dando.
En todas las ciudades del país se han dado una que otra protesta al respecto, ya sea, marchas, plantones, y campamentos en protesta a favor del voto por voto. En Tecate, por ejemplo, unos cuantos simpatizantes están acampados en el kiosco del parque central con pancartas que dicen: “voto por voto”.
Los “plantones” , las marchas y las manifestaciones, mas que ayudar a respetar la democracia del voto ha provocado caos y mal entendimiento de las autoridades y el pueblo.
Si realmente López Obrador quisiera sacar a México adelante, debería de haber mejorado las condiciones de vida de muchos mexicanos que viven en la Ciudad de México, en donde él fue Jefe de Gobierno. El pueblo debe estar antes que la ambición de un solo hombre, pero al parecer, la ambición y el deseo del poder han corrompido a un gallo que se miraba con mucha potencial pero que ha caído como una “chachalaca” fría autoritaria, arbitaria, y busca pleitos.
David Adriel
Comunicacion II
Ahora, López Obrador es visto por mucha gente como un niño caprichoso de 4 años, enojado porque no ha obtenido lo que quería. Sus berrinches , acusaciones, y chantajes de cerrar El Paseo de la Reforma por mas de 30 días, ha causando perdidas económicas por miles de pesos inclisuve a aquellas pesonas que dieron su voto para este candidato a la presidencia. Ceermos que ha dejado un muy mal sabor de boca luego de estas pasadas elecciones. Y ha dejado a mucha gente pensando si realmente habría valido la pena darle su voto a este candidato de doble cara.
Sus plantones no han llamado mucho la atención de los tribunales del TRIFE, que siguen trabajando para aclarecer todas las impugnaciones que la Coalición por el Bien de Todos ha levantado en las elecciones, pero si ha dado muchos dolores de cabeza a los ciudadanos de la ciudad de México y de otras identidades donde este fenómeno se sigue dando.
En todas las ciudades del país se han dado una que otra protesta al respecto, ya sea, marchas, plantones, y campamentos en protesta a favor del voto por voto. En Tecate, por ejemplo, unos cuantos simpatizantes están acampados en el kiosco del parque central con pancartas que dicen: “voto por voto”.
Los “plantones” , las marchas y las manifestaciones, mas que ayudar a respetar la democracia del voto ha provocado caos y mal entendimiento de las autoridades y el pueblo.
Si realmente López Obrador quisiera sacar a México adelante, debería de haber mejorado las condiciones de vida de muchos mexicanos que viven en la Ciudad de México, en donde él fue Jefe de Gobierno. El pueblo debe estar antes que la ambición de un solo hombre, pero al parecer, la ambición y el deseo del poder han corrompido a un gallo que se miraba con mucha potencial pero que ha caído como una “chachalaca” fría autoritaria, arbitaria, y busca pleitos.
David Adriel
Comunicacion II
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