martes, mayo 23, 2006

Sufrimiento por la Paz


GUILERMO OCAMPO AHEDO
Comunicación III
Taller de redaccion II


Son las seis de la mañana del Domingo 22 de mayo de 1956, en el Hospital Intercontinental de Ciudad Esmeralda, alguien lee el periodico: "la guerra civil esta acabando con la estructura de nuestra cuidad" se registro en primera plana, muchas son las familias que han sido separadas, cientos de niños dejaron de asistir a clases, se han perdido muchos empleos, se respira un ambiente caótico, los pabellones del hospital sobrepasan su capacidad, miles son lo que oran por que todo termine.

Esa misma tarde, el grupo de los Renegados instaló una bomba en uno de los armarios del hospital, Clara una niña de 5 años, hija de Javier Medina mano derecha del Primer Ministro, se disponía a asistir a una consulta rutinaria con el médico de la familia, de pronto mientras caminaba por uno de los amplios corredores un estridente ruido y una cegadora luz la envuelven en una ola de fuego, en cierta forma es un milagro su sobrevivencia, pero su rostro y su cuerpo quedaron marcados por siempre.

"Una Bomba destruye un hospital" fue el encabezado de todos los periodicos, la noticia de Clara la hija de Javier Medina impacto a toda la comunidad, al vivir en carne propia el dolor de casi perder a un ser querido obligo al Lic. Medina abogar con el primer ministro la paz de su país, pronto se legisló una asamblea que atendió todas las demandas de la población. Ese fué el fin de la guerra civil. Actualemente Clara Medina una mujer de 55 años de edad es presidenta de una fundación para niños y niñas que han sufrido quemaduras de cualquier indole, y declaró a 50 años del hecho, que su dolor se justifica con la paz, pero el mejor camino para lograrlo es ponerse en los zapatos del prójimo, no esperar vivir su situación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien la conexión rutina con política + violencia.
En algunos párrafos hay demasiadas ideas, hace falta una puntuación más adecuada para que limpie el texto y no este tan confuso. Faltan acentos.
-el profe